lunes, 23 de marzo de 2009

NADA ES LO QUE PARECE,CASI NUNCA. FIN DE SEMANA, FIN DE UNA VIDA.

Me hubiese gustado, no escribir nunca esta entrada. Desgraciadamente, tengo un defecto que me ha acompañado siempre , desde que uno tiene uso de razón como para que en realidad pueda decidir, en quien tiene que confiar y en quien no. He tenido momentos muy duros en la vida. Los peores que un ser humano puede soportar. Al igual que ese día le ha llegado a la mayoria de nosotros y es ineludible.El que no lo ha vivido, un día lo hará porque solo eso hay ineludible en la vida. Si puedo decir, afortudadamente ,no tener que guardar duelo por nadie.

Hoy comienzan a cicatrizar ciertas heridas no mortales. Las cuales creía que llevaría al descubierto un largo tiempo. Ha sido una sorpresa. De las mas grandes de mi vida. Mala. Peor que Mala. Nefasta.
Amigos, después de haber pasado un fin de semana posiblemente menos agraciado que la mayoría de vosotros, os tengo que decir que hoy no puedo colgar el "diario literario".Ni escribir sobre literatura, o cualquier otra expresión artistica. El desengaño tiñe mi vida y os voy a pedir simple y llanamente que me entendais sin dar razones- aunque sea un poco dificil-, que vagaré un par de días en los que sin volver a costa esmeralda. Descansaré sobre mi esquife contemplando el sol diurno, el cual se mece sobre la ciudad junto a la luna y las estrellas cuando el primero se va a dormir.

Posiblemente, sí podría estar horas interminables tecleando sin pestañear, pero quizas las heridas se hagan mas grandes y mi cabeza tome un rumbo no deseado ,en esa imperceptible linea ente el bien y el mal, la cordura y la locura.
Os prometo que en un par de días estaré de vuelta, y os escribiré con todo el cariño que comienzo a profesar por los que ya comienzan a caerse por aquí. He tenido la suerte incluso de poder agradecerselo a alguno de vosotros personalmente. Gracias por vuestras palabras en una epoca ,digamos, dificil.

Ser Felices, lo demás no merece la pena, aunque parezca lo contrario, nada es lo que parece- ni algunas personas -, casi nunca.

viernes, 20 de marzo de 2009

Melancólico Horizonte Azul .Una aproximación a la pseudopoesía

surco el océano sobre un manto azulado eterno

sin saber realmente lo que guardo muy adentro

tambaleándose va mi cabeza cual peonza perezosa

mientras aguardare un atardecer en occidente

que me invada el alma de forma gloriosa


mil estrellas brillan sobre el manto cristalino

enviadas desde el cielo de entre mil cirros divinos

asomándose ya se atisba un sol genuino

afuera un cuervo se divisa, me gustaría fuera un mirlo

parlanchín y que me chivase cual es mi destino


en el melancólico horizonte Azul no se divisa aun tierra alguna

debe estar perdida al igual que yo porque tierra mía solo hay una

solo algodones vaporosos, rodean el catamarán

Del que mil pasajeros por la borda caerán

Sin remedio, sin salvación el primero yo


no vendrá nadie a buscarme, solo estoy y solo estaré

hoy ,mañana , hasta pasado al atardecer

porque ni siquiera los delfines querrán jugar

ver a mi lado el bello atardecer o nadar


el melancólico horizonte azul me guarda un secreto a voces

eso susurra desde hace mas de mil noches

no se si realmente esta vez creerle

ya te contaré si algún día vuelvo a verte.


el melancólico horizonte tenía razón

la sinrazón ya no produce tanto dolor

nada ni nadie me hará olvidar este melancólico horizonte azul

Pues nada , nadie ni el propio melancólico horizonte azul

podrá borrar el sentimiento que tantos años, siempre fue mi ataúd.

César Morales Fernandez.

Inspirado en mi relato "Melancólico horizonte azul"


Diario: Quiero ser escritor. Persiguiendo un sueño en el día 2

Afuera llueve muy tenue. Diviso nubes vaporosas sobre el asfalto ,cuando son las cinco y media de la madrugada. Llevo desde la medianoche quemándome la vista. Hechizado hasta yo mismo por las once páginas de manuscrito redactadas. Siempre fui lechuza, búho y murciélago. Y si no es porque estoy vivo , podría convertirme en Blade, aunque sin ostentar la musculatura de Wesley Snipes. Nunca me gustó dormir, menos de noche. Te has parado a pensar que un tercio de la vida lo pasamos durmiendo. Otro trabajando – si tienes suerte y tu jornada es de ocho horas- ,con lo cual, si al menos no somos dados a soñar dormidos- recordar lo soñado- , y nuestro trabajo es una esclavitud ,en vez de un placer: nos queda un tercio para vivir intentando hacer lo que deseamos. No siempre se consigue. Da la impresión que la noche me calase hasta los huesos de pragmatismo militante . Cierto, es una realidad como la catedral de Burgos.

La noche posee un influjo hipnótico sobre mi consciente difícil de explicar, puesto que son sensaciones algo contradictorias, pero lo intentaré. Se detiene el tiempo por completo, solo el repique continuo y mecánico de cientos de pulsaciones bajo las yemas de mis dedos, irrumpen quebrando el silencio de la oscuridad. Alguna vez – dos en concreto- , he tenido trabajos nocturnos . Empleos en época de exámenes, libros y apuntes, los cuales la necesidad no pudieron rechazar, me costó mantenerme despierto e incluso de uno de ellos me despidieron a la semana por no velar guardia y dejarme engatusar por Morfeo. Al mismo tiempo, los vellos incrustados en la piel se despiertan con algún pasaje tenebroso de efecto asustadizo si se mezcla con algún ruidillo sospechoso. Luego, las palabras de transeúntes con alguna copa de mas bajo mi ventana me alivia.


Ahora es diferente, puesto que la felicidad por poder llenar hojas y hojas, unas tras otras, no tiene parangón. Reconozco que ayer me hostigué toda la tarde por no haber tocado el manuscrito durante mi viaje a los orígenes. Me he prometido que el próximo martes, cuando ponga rumbo a Barcelona, escribiré desde que suba al avión aunque me lleven atado de un ala. La satisfacción de ver como Sebastian, Hipólito o el enigmático Genaro Valenzuela Berlanga me suplican que no les abandone, no tiene desperdicio – ni precio, en comparación con una visa cargada-. Todos ellos están sumidos al igual que yo, en una historia que avanza irremediablemente, por suerte. A veces me cuesta cerrarles la boca, o detenerlos en un determinado punto del Madrid en época de transiciones, carruseles domingueros y armamento propagandístico. La imprenta de los Hermanos García era un lugar donde un tirano menor ejerce la opresión con el protagonista de la historia.... perdonad mi recelo, pero es que aún no puedo contar más, todo a su debido tiempo, no pienses que intento camelarte. A veces, se que hasta la historia traspasa la ficción metiendo medio brazo en la realidad y sujetándome a mi mismo del albornoz. El pelo me crece sin que me plantee de momento acudir a darle forma y entre una cosa y otra me viene a la memoria –salvando las distancias- un loco novelista en busca de una ventana secreta. ¿ Quién ha visto la peli ?. Es pasable. Aunque si tuviese que elegir una historia del rebelde por antonomasia me quedo con una de tijeras a lo freddy kruger , la historia del jinete de la cabeza cortada o.... déjame pensar, ya, si, si ¿ Habéis visto Quien Ama a Gilbert Grape? . Si alguno aun después del último año de Leonardo Di Caprio, osa pensar que siempre fue un guaperas sin talento, como incluso he llegado a leer, cambiará de opinión si ve este filme. Al igual que otros muchos, pero aquí, la interpretación podría ser equiparable, a la sorprendente – para muchos- , de otro caso similar como el de Brad Pitt , en 12 monos junto al duro Bruce.


Dejemos a un lado el séptimo arte porque no son horas de ver pelis, -realmente siempre es buena hora, si es bueno lo que ves - y volvamos a las letras.


Las agujas del reloj quieren acelerar y alcanzar las seis, cuando la diana preestablecida que llevo en la cabeza – y mi vejiga-, me suelen despertar, dejándome los ojos como platos de pizza en un milisegundo. Hoy el plan es diferente, aguantaré un poco más si puedo, y si no bajaré a inyectarme en vena un chute de cafeína.


Quede dormido o no, no creo que mi cuerpo aguante sin ella mucho mas de las nueve de la mañana.


En efecto, no aguardó en espera. Ahora a la aguja mayor del reloj sobre la esfera del café de época ,le resta un cuarto para mirar al cielo junto a diez campanadas. Mi mecedora yace solitaria en el rincón. Al fondo del local. Perseverando para que juegue con ella y me balancee de nuevo para tomar impulso y caerme del bote ,seguir nadando en la travesía hasta que el cuerpo diga basta. Tropezar y entrar de bruces en el arte de la ficción, como dijo el malogrado John Gardner, del que aprendí tantas técnicas. Gracias primos por regalármelo – los deseos de la primera página serán concedidos-.


Anoche, después de estar un buen tiempo navegando fuera del agua por el ciberespacio - leyendo el blog de un amigo y diversas otras cosas-, me retiré con la intención de ponerme al tajo después de ver Red de mentiras, - lo último del magnífico Ridley Scott, con Di Caprio y Crowe. Perdonad, me salto el guión y caigo de nuevo en la gran pantalla, en este caso pequeña. Lo que haré es ir creando algunos artículos sobre cine, ¿ que os parece ?. Bueno, lo que os decía, antes de pensar en hacer eso, de forma sorprendente, el camino recorrido discurrió muy cercano de la idea que manejaba antes del almuerzo de ayer.

Escondiendo un poquito la ingenuidad , regrese sobre las ocho a el Teatro Leal, me acompañó una densa niebla, y subiendo por la calle carrera –esta vez a paso parsimonioso- refugiándome bajo las cornisas, fachadas y toldos. Cuando miré a la torre de la concepción y oí hablar anglosajón a unas chicas que llevaban pinta de Erasmus, creí haber saltado a un pequeño Londres en miniatura. No era el Big Ben, ni la catedral era el Parlamento Británico, el Támesis se perdió y ni siquiera –con la que caía- hubieron riachuelos de humanidad. Por cierto, ni una localidad. Solo función única el día 19. Para la interpretación de esta noche también está todo el papel agotado. Para que luego digan que la cultura en Canarias no se mueve. Más se movería si los acontecimientos fuesen magnos. – Sin decir que lo del ciclo del Leal no lo es, ya me entendéis.


Pues como comentaba hace un ratito, mas bien un buen trecho, al fin la peli se quedó muda dentro del reproductor y yo salí un instante a tomar un..., una crema de Whisky – mejor sin Publi-, con un amigo que me he encontrado estos días en la ciudad. Terminé encontrando unos cuantos amigos mas y solo el remordimiento me obligó marcharme a la hora escasa de estar en el cuadrilátero. Estoy por una parte contento, porque me enfrentaba a el reto de medio capítulo correspondiente a un núcleo muy importante de la trama. Creo que quedó incluso mejor de lo que esperaba. A estas cosas, me refiero cuando hablo de la noche. A veces, no se si es el estimulante del café mezclado con la liberación de adrenalina en la penumbra, pero las ideas, diálogos y narración ,fluyen como el agua que cae desde el Salto del Ángel. Miles de neuronas en ebullición de un lado a otro chocando con la corteza cerebral- perdonad, no tengo mucha idea de medicina, alguna minúscula de psiquiatría-. Ahí , en ese punto, solo tengo que atraparla una a una a la velocidad de la luz. Da la impresión, cuando desconecto algunos segundos, que me he convertido en Hyde y que este cuerpo no es mío. Afortunadamente la sorpresa tiene una lectura positiva. Ya habrá tiempos para bloqueos y alzheimers.


Bueno, me voy a ir despidiendo ya, voy a crear una entrada de citas para reflexionar , me gustaría que tu escribieses las tuyas insertándolas como opiniones, y que opines de las de todos los demás. También intentaré colgar en otra sección, alguna poesía que tengo por ahí en un cajón, dentro de una libreta del instituto. Por cierto Alexis, compatriota, jajaja, si lees esto, ya estás tardando en mandarme alguna, o colgarla tu mismo. Aprovecha el fin de semana al doscientos por cien y....se Feliz o al menos inténtalo, cuidado con mezclar copas y curvas... – de la carretera- , jeje.

jueves, 19 de marzo de 2009

Diario : quiero ser escritor. Persiguiendo un sueño en el día 1

Lo cierto es que mucha gente me diría : “como es posible que te levantes a las seis de la mañana para enfrentarme a la pantalla en blanco, en el estado en que anda tu cabeza en estos momentos de tu vida “. Lo siento, pero es el primer día y... ni siquiera creo que el día que este blog muera , relatase lo que me ocurre. Ya lo dije ayer.

Simplemente te diré que coincido con Antonio Banderas. Un día afirmó en una entrevista que le hicieron en una revista de tendencias: “la inspiración también nace del dolor, de la incomprensión y del sufrimiento”. Eso dijo, literalmente. Yo le añadiría lo que mencionó Javier Fesser , al recoger uno de sus Goya este año por Camino : “ Creo que es imposible realizar ningún tipo de arte ni no es desde el sentimiento. Al fin y al cabo, tanto el actor malagueño , como director capitalino -su película basada en una cruda realidad, la recomiendo ver-, vienen a decir lo mismo, con diferentes palabras, y desde perspectivas situadas en dos extremos opuestos.

Hoy el alba despuntó húmeda, así la observé desde el cristal de mi habitación okupa. No estoy lejos de casa y al mismo tiempo estoy a años luz. En la ciudad de La Laguna , todo parece vetusto, reminiscencias arquitectónicas de tiempos ricos en artísticas fachadas. Aunque en la zona donde resido- no por mucho tiempo -, no vive un gran pasado. Un paseo matutino de casi una hora hasta alcanzar a vislumbrar las calles mas añejas terminó de desperezarme. Perdí de vista el nuevo tranvía que me alertó a no cruzar la vía con una campana que evocó unas leves campanas de otra época pasada. El convoy se deslizaba como una serpiente de cascabel bajo la catenaria, mientras sus pasajeros intentaban dilucidar si el cielo dejaría de llorar.

Después de leer toda la prensa que me permitió, el primer café del día por tan solo setenta céntimos, vuelvo a la Carrera con paso.... ya lo he dicho. Esta noche a las nueve hay una función el remozado Teatro Leal y me hubiese gustado ver como lo han dejado, claro que lo importante es la nueva obra de Antonia Sanjuán, pero...está cerrado . El último diario local que ojeo y hojeo al llegar a mi refugio de época y perderme en la mecedora, me cuenta que no hay localidades. Ninguno de los que he leído dice si es función única la de hoy a las 21 horas. Tiene delito pasar por alto la información.

En una hora terminaré los dos artículos que colgaré esta tarde en el blog. Los corregiré en diez minutos mientras te cuento que son las once y media y es la hora de saludar a Morfeo y calentar para luego sumirme en el sueño, en el Albergue. El tiempo pasa deprisa, demasiado deprisa, es agradable y desconcertante a la par. Lo siento, pero disfruto de la incongruencia de algunos juegos de palabras, no se si soy así por naturaleza o me siento así, creo que va a ser lo primero.

A partir de ahora todo lo que te cuente no habrá pasado para mí y si para ti, si lo llegas a leer esta noche. Aunque son demasiadas veces las cuales decido hacer algo o ir a algún lugar y termino haciendo todo lo contrario. Me encantan los relojes. Tengo unos cuantos y no me pongo ninguno.

La historia de mi novela la retomo después de llevar algunas semanas sin tocarla. Aunque no hubiese sido fácil escribir, entre otras razones porque estaba de viaje, para ver a un familiar enfermo ,el cual gracias a la vida esta ahora bien. Final feliz, aunque no sin mucha suerte. Gracias caprichoso destino.

Lo cierto es que aún así , me reprocho no haber sacado tiempo debajo de las piedras. Pude robarlo a la luna llena y no lo hice porque mi cuerpo no daba para más desde que caía el sol. Yo siempre fui un noctámbulo y podría ser o hubiese sido un vampiro en Transilvania en otra vida.

Tenía miedo incluso de que el archivo se hubiese dañado- solo tengo una copia de seguridad en una triste memoria flash- , no se abriese o incluso me lo hubiesen robado por desatendido. Pero no, sigue aquí. Intacto, tal cual lo dejé.

Pues eso, vamos al futuro , serán no menos de las tres de la tarde cuando me levantaré de la mecedora, aborde el diminuto esquife de apoyo y ya no divise la costa. Iré a mandar a callar el rugir de mis tripas, y a despejar un rato la cabeza. No se ni donde. No me olvidaré de permitir que puedas leer esto, es un compromiso y soy hombre de palabra. Y al caer el sol, como no tengo ni un mísero padrino, o forma alguna de acceder al teatro por enchufe de 500 voltios, ya veré a que me dedico. Por aquí desde hoy jueves no faltan divertimentos aunque no son dias divertidos. En casa me esperan dos películas que no he visto. O las veo y pago el recargo o me viene a buscar la policia. También tengo un efímero sentido del humor.

De eso mismo hablaba con uno de los dueños de la cafetería hace un instante: no hay tiempo para todas las inquietudes de las almas inquietas.Serán las tres de la tarde y dejaré descansar a mis personajes un rato, ya me iré chivando sus nombres por el camino. La verdad es que me caeré de lleno mas horas de las que pensaba, solo sustentado con un chute de cafeína. Pero será hora de desentumecer huesos, músculos y articulaciones, ver la luz del sol si acaso está afuera ,y ya veremos como trascurre el resto del día... y la noche, cuando vuelva al Albergue. Ah, por cierto, el título de la novela....ya te lo he dicho, hasta aquí puedo leer, decía Maira Gómez Kemp.

Disculpad la brevedad, pero me tragó la ficción, y no tengo mas tiempo hoy. Mañana seguimos y prometo los primeros pasajes –eso sí, aún no corregidos- de la historia. Se Feliz. Mañana, previo a que te desmelenes – si no eres afortunado por disfrutar del puente de San José- el fin de semana, te contaré que guión seguí el día en que el alba despertó húmeda. Se Feliz, o inténtalo al menos.

miércoles, 18 de marzo de 2009

UN CAFÉ DE OTRA ÉPOCA

Solo con pasar por la acera frente a él, escucharás el susurro de su voz invitándote a pasar entre sus muros. Normalmente deberás estar atento para escuchar su llamada , porque la muchedumbre siempre lo inunda con sus cómplices y amenas conversaciones, entre amigos y parejas. A todas horas en simbiosis con un relajante Jazz – que suena en este momento-, y otros deliciosos ritmos pausados.

Tonos rojizos y ocres te harán creer estar sentado en el sofá de la casa de tus sueños, en una cómoda mecedora de la que no querrás levantarte, o una silla o butaca de estilo época –nunca mejor dicho-, tienes donde elegir. Yo siempre he sido un amante del buen café, le profeso degustación suprema. Casi cual catador de vinos a un delicioso reserva de cincuenta años. Prefiero los italianos, aunque el mejor café de mi vida recuerdo tomarlo en Praga, en un coffe shop cercano al puente Carlos...., era un café italiano. Aquí podrás encontrar café italiano y si tus gustos son mas británicos, a las cinco no encontrarás mejores lugares de reunión en torno al té.


A mi lado yace una estantería repleta de libros, puedes llevarte el que quieras, eso sí.... no te olvides dejar un amigo para otra persona. Ni que decir tiene que la limpieza va de la mano de la armonía de su decoración. Si quieres, y te gusta jugar tanto al ajedrez como a mi, solo necesitarás traer contrincante, el tablero y el rey ,alfiles, torres y peones , déjalos en casa. Levanto la mirada y todas su gente parece ser feliz. El trato es exquisito y la amabilidad me ha sorprendido gratamente. Si quieres leer una revista o la prensa no hace falta siquiera que pases por el kiosco. Por si fuera poco- y el dato es importante en los tiempos que corren- , me parece hasta demasiado barato incluso si no ofreciese ninguno de los encantos que te he comentado.

Yo que vivo lejos de aquí, no dejo de venir siempre que retorno a esta maravillosa y diminuta ciudad patrimonio de la humanidad. La Laguna, también ciudad universitaria y llena de la vitalidad de la juventud. Aquí uno se siente como hace diez años cuando comenzaba a degustar la juventud. En mi caso mas comprensible, puesto que en esta ciudad viví cuatro años.

Ya es hora de almorzar, seguro que aquí encontrarás algo de lo que no te se arrepentirá tu estómago ni paladar. Yo hoy ya he quedado en casa de un amigo, pero tu deberías probar algún día. Si eres de por aquí o visitas la ciudad, vivas aquí o vengas de visita te recomiendo encarecidamente que te acerques.

Un buen amigo me contó un día, que Cortázar escribió gran parte de La Rayuela, en un lugar supongo no muy diferente .Particularidad que el propio autor desveló en su día. Yo intuyo porque lo hizo, cualquiera que fuese ese lugar. Aunque sería insultante pensar ni siquiera que mi albergue , ni el influjo de un lugar maravilloso como esté, puedan llegar a ayudar a parir ni crecer mas allá de la suela de los zapatos de Cortázar y la Rayuela. A colación, estoy deseando que se publiquen la innumerable obra escrita a mano que su mujer ha descubierto, hace no mucho tiempo si mal no recuerdo.

Pues lo dicho, ya estás tardando. Si puedes, toma lápiz y papel: Calle Heraclio Sánchez número 5, paralela a la céntrica Avenida De La Trinidad, donde el tranvía metropolitano te dejará al final del camino. No tiene pérdida, y tu no puedes perdértelo.



DESMONTANDO UNA UTOPÍA

Estoy en la orilla de la paradisíaca playa de Costa Esmeralda, sentado en una mecedora de madera, con la punta de los dedos de mis pies rozando el agua mas trasparente que contemplé jamás. Agua cristalina como la fe, en embarcarme de lleno en mis anhelos. Sin embargo, por momentos pienso que no me he movido del café desde donde a partir de hoy, continuaré el viaje por las calles de la capital del reino en tiempos de infausto recuerdo. Tengo claro hoy mas que nunca lo que para mí significa perseguir un sueño. Creo que la vida es para vivirla sin despertarse cada mañana, si lo haces, que tus sueños te acompañen hasta que regreses a la cama. Así, día tras día. Yo tengo un sueño desde muy niño: convertirme en escritor. No recuerdo el día que comencé a escribir, supongo que era demasiado pequeño para lograr recordarlo hoy. Desde hace también bastante tiempo vengo desmontando una utopía que me atenaza la razón, conseguir de aquí a algún tiempo poder llegar a malvivir del noble arte literario. No me interpretéis mal, pero es evidente que si nos circunscribimos al interior de nuestras fronteras nacionales e incluso al resto del mundo en los tiempos que corren, unos pocos autores pueden vivir – de hecho supongo que muy bien-, de los derechos de sus obras. La mayoría compaginan sus novelas con otros menesteres mundanos. No todo el mundo puede llegar a ser Carlos Ruiz Zafón, Arturo Pérez Reverte o Alberto Vázquez Figueroa, aunque estoy seguro de la existencia de autores con talento extremo y que nunca han llegado , ni llegaran a ser uno de ellos por infinidad de condicionantes. Como en otros muchos aspectos de la vida. Lo que creo indudablemente cierto es que tanto los tres autores que he citado como otros muchos que sería imposible enumerar en su totalidad, son excelentes maestros de este arte. Yo me quedo con Don – con mayúsculas- Edgar Allan Poe de entre los clásicos, y con el Carlos Ruiz Zafón de sus dos últimas obras. Es difícil elegir. El primero es por convicción, el segundo quizás porque lo leí desde niño, aunque reconozco la maestría sin parangón de sus dos obras adultas. Prefiero vivir en la sombra jugando a ser un ángel, que todo lo anterior. Aunque guardo muy buenos recuerdos de sus obras juveniles. El príncipe de la niebla y Marina , las que más me agradaron.


De todas formas, volviendo unas líneas atrás, lo importante no es lo que mucha gente considera muy importante. Lo importante es poder escribir, lo primordial es tener tiempo. Si pudiese, compraría tiempo eterno. Lo que ocurre es que mientras escribes, también necesitas hacerlo bajo un techo .Aunque me sienta bajo un manto de brillantes estrellas, o un sol incandescente. El ordenador consume electricidad y hay que comer. Por consiguiente todo hay que pagarlo.


Comentaba lo de “malvivir” de la literatura porque desde hace pocos años comencé a desmontar la utopía de lograr mi sueño. ¿ Por que perseguirlo, por que en un momento me zambulliré en el mar, por qué escribir sin parar? , sencillamente porque no puedo dejar de hacerlo.


Si consigo poder subsistir dignamente en el mundo, mientras paso las noches viajando a mil universos dispares: seré la persona mas feliz sobre la faz de la tierra.


Hoy una hoja en blanco y un bolígrafo, o el teclado de mi ordenador han pasado de ser amigos con los que tomaba alguna copa por la noche a ser los más fieles escuderos, casi hermanos. Estoy enamorado de ellos, sin remedio. No hay metadona en este mundo que pueda calmar el síndrome de abstinencia.


El dinero en esta vida sirve solo para comprar las cosas sin importancia de la vida, menuda aseveración, pero realmente así lo creo. Desgraciadamente, hoy nuestra salud, cobijo bajo un techo digno y alimentación, dependen demasiado del papel moneda. Esas tres cosas son fundamentales para una vida plena, a la que yo además le añadiría el amor, en todas sus expresiones.


Porque , si no has amado en tu vida, créeme que no has vivido. Espero que tu no tengas que volver la vista atrás un día lejano en el tiempo y te des cuenta de esta carencia, así que ponte manos a la obra.


Voy a intentar darte una ligera imagen de quien soy, para ponernos en situación antes de ser amigos. Lo haré una única vez, hoy. Porque aquí realmente lo importante es la historia, la cual se cuenta sola, y por supuesto la experiencia de cómo paso los días sumido en ella. En estos cuadernos de Bitácora que hoy nacen oficialmente, te iré susurrando día a día al oído como vivo en la ficción, y como ello se mezcla con la realidad cotidiana. Te contaré mis ilusiones, mis aciertos y mis equivocaciones, mis miedos y mis añoranzas, mis sueños...


Como veis, mi nombre es César Morales Fernández, pero me ofendería si no me tuteases desde el inicio. César nació una supuesta fría madrugada invernal en un frío pueblecito de las Islas Canarias. Ese día, éste nuestro país, comenzó a vislumbrar la luz del final de un tétrico túnel lleno de tinieblas. Tardó en atravesar la agonía cuarenta años. Ese día, quedó patente que el pueblo estaba harto de tiranos y que lo estuvo casi desde siempre. La hipocresía y la opresión duró mucho, con el miedo como único aliado. Pero bueno, hasta hoy en día demasiados fascistas aún caminan reptando en la sombra.


Aquel 6 de diciembre de 1978, vine yo al mundo, por lo cual las cuentas dicen que no hace mucho acabo de cumplir treinta años. Creerme, ahora la vida ya comienza a transcurrir demasiado deprisa. Llegué con el referéndum constitucional bajo el brazo. Al caer el sol aquel día , supongo que mis padres pensarían el que aquel bebé podría por fin caminar por un país en libertad. Aquel Un 94% de nuestra gente sentenció un sistema que era carne de cadáver desde 1936 y que nunca podrá pagar a nuestro pueblo todo el mal que causó.


Soy Canario, nativo del punto más occidental de Europa. Un recóndito trocito de tierra en el Atlántico de no mas de 278 km 2. Una isla con un corazón de hierro, y aunque no resido allí, nunca la he olvidado, ni renegado de ella, desde que me fui hace más de doce años. Soy español, mi sangre es roja y mis arterias gualda, y estoy muy orgulloso de llevar las señas de identidad de esta tierra legendaria que ha pasado por tantas manos. Soy ciudadano del mundo y solo aspiraría a tener algo de dinerito, para descubrirlo desde el ártico al antártico y desde el lejano Oeste al Japón.


Tuve una infancia feliz, hasta que la vida me golpeó donde más duele. Cuando sucedió eso , ya no era aquel niño que creció con la fantasía como única e inseparable amiga. Hoy pienso que tuve una infancia feliz. No muy distinta de la que algún día espero tenga algún hijo mio. Hace pocos días, leí en una prestigiosa revista de investigación muy interesante , un artículo en el cual se intentaban desgranar las razones de porqué queremos aspirar en la vida a dedicarnos profesionalmente a lo que elegimos querer ser. Basta con que un niño mire dos minutos un documental de Arquitectura, para que quede marcado con su futuro número del colegio de Arquitectos. Evidentemente afectado por todas las demás

circunstancias que rodearon su vida antes de eso, y con todas las que llegarán después.


Os voy a contar un secreto que no sabe nadie. Bueno, perdón, solo un buen amigo. Yo crecí idolatrando a mi padre. Creo que no más que lo que cualquier crío puede hacer. Cada uno personifica en sus seres queridos los valores humanos mas importantes de la vida, al menos así debería ser porque gran parte de lo que somos depende de los que nos dan la vida y nos acompañan a crecer. Yo añoraba cada noche que mi padre regresara a casa. Creo que nunca se fue a la cama sin visitar mi habitación ni la de mi hermana. Puedo decir que algún día me gustaría poder llegar a ser el padre que fue y es el mío. No se lo he dicho nunca, y se merece saberlo si algún día da la casualidad que lee esto. Mi padre, después de sus visitas previas al retiro de su dormitorio devoraba librerías enteras de libros a una velocidad vertiginosa. Aunque hoy lo sigue haciendo, ahora las comunicaciones cibernéticas y los pasatiempos también ocupan su ocio. Lo he pensado hace mucho tiempo y durante mucho tiempo. Un psicólogo me dijo una vez que lo que yo deseaba era ser como él, o el crear algo para complacerlo y poder tener un vínculo mayor. Hoy lo entiendo de una forma más profunda. Las dos cosas que más me gustan en la vida son viajar y escribir- el fútbol también, Jorge Valdano me dijo un día era un arte, estoy de acuerdo con él.- , además de vivir. Vivir de verdad.


De niño veía cada tres días un libro diferente en la mesilla de noche de mi padre. Y Cuando me hablaba de sus viajes y anécdotas a lo largo y ancho del mundo emigró al emigrar para trabajar en los océanos, yo me quedaba hipnótico. Entre medias, en un videocasette de cartón metía libros y novelas mientras contemplaba el vetusto televisor de tubo en blanco y negro -que permaneció averiado tanto tiempo-, y viajaba a mil y un lugar diferentes. El cine es otra de mis pasiones, y los guiones cinematográficos, por supuesto. Después de eso- no había mucho dinero para adquirir otro televisor rápidamente-, pasé mucho tiempo escuchando una radio color gris plata que había en casa, la cual parecería hoy centenaria. Durante muchos años en mi vida, desde los trece o catorce años he colaborado y conducido espacios radiofónicos de diferente temática en varias emisoras locales y cadenas nacionales, aunque siempre en sus delegaciones provinciales.


Bueno, espero que puedas hacerte una idea más concreta de mi persona, guárdala bien en la retina porque a partir de ahora no hablaré - no me suele gustar demasiado. Nada mejor dicho- mas de mí. No hará falta porque mis palabras creo que ya cuentan demasiado. Aunque también comprendo que no puedo presentarme aquí esperando que te quedes, sin intentar esbozar en la mente un retazo de mi.


Hace ya un mes que estoy torneando la que deseo sea mi opera prima, una novela de ficción, repleta de suspense y con tintes de novela negra. Narrada en primera persona, es lo poco que te puedo contar hoy- ¿cómo no iba a ser de intriga?-, espero que algún día puedas disfrutarla. Aquí podrás hacerlo.


De hecho, llegado el momento, te regalaré unos trocitos de ella, para que puedas atisbar si es de tu gusto. Aunque la historia nació hace algún tiempo- ya ha recorrido un camino de algunas cientos de páginas-, la propia historia me exige cada día más, y así debe ser, eso lo supe desde el primer día. Luego vendrá un arduo y espero no muy tortuoso camino en busca de la publicación. Eso es otro cantar.


Un amigo escritor al que le tengo mucho cariño me dijo no hace mucho, que realmente lo difícil no es publicar, lo difícil es escribir. Por sobreentendido doy que debéis pensar que lo que realmente quiero decir es: Escribir bien. Algún día les hablaré de él y les contaré la maravillosa historia de cómo llegó a mi vida. Ahora ,no puedo seguir escribiendo ni siquiera esta primera entrada a modo de seudo-presentación general ,sin enviarle de nuevo toda la gratitud que le profeso, por todas las palabras que me ha dedicado, consejos incluidos.


Pero aspiro a que esta bitácora no sea simplemente un diario de cómo persigo el sueño. En ella me gustaría también poder escribir – y así conmutar de chip en mi cabeza-, tanto artículos de opinión, actualidad, arte o incluso deportes. Espero que participéis, porque sin ti que lees esto no tendría sentido alguno. Animo a todos los autores noveles a sumarse a este proyecto y a exponer sus inquietudes. Si por casualidad algún escritor consagrado tropieza y se cae aquí, supongo también que sus palabras serán escuchadas con suma atención.


Estoy en la orilla de Costa Esmeralda, es un lugar maravilloso en la isla italiana de Cerdeña. Sin embargo, no me he movido de la mecedora, en el café. La marea ha subido y las imperceptibles olas del horizonte son la prueba irrefutable de un sonido relajante. Vienen a morir a mis pies cubriéndome hasta los tobillos cada cinco segundos, borrando todo rastro de la arena que siento bajo los pies y desaparece sobre ellos.


Ya es hora de partir, prometo no dejar de bracear en el océano. No se cuanto tiempo emplearé, ni cual será el destino final exacto. Pero llegaré a tierra de nuevo algún día, tengo una brújula grabada a fuego en mi consciente. Quizás el destino dependa también un poquito de ti, por que no. Así que nada a mi lado, sobre un manto azulado en el cual parecen brillar mil estrellas enviadas desde el cielo por el sol incandescente que se bate entre algún cirro. Es de día, pero un eclipse va irrumpir en poco tiempo, así que podéis aprovechar a dar una cabezadita. Entren sin llamar, sin tocar, pasen, entren y.... sueñen.